UTEM y cambio climático
Proyectos institucionales

La innovación se basa en la temática del proyecto, así como en su enfoque holístico y sus formatos.


En efecto, busca avanzar en la co-construcción de un marco de adaptación al cambio climático a través de diferentes dimensiones de la actividad arriera en la Cordillera de los Andes, combinando la integración del conocimiento local y científico.


A nivel micro, pretende sensibilizar a las comunidades locales, y más especialmente a las generaciones jóvenes, sobre la pertinencia de adaptar dicho modelo, con el fin de preservar estas tradiciones y los ecosistemas locales a la vez que se generan nuevas oportunidades de desarrollo. Mientras que a nivel macro, se propone avanzar en la construcción de información útil para la toma de decisiones planteada a nivel local, que pueda ser replicable a otros territorios tanto en Chile como en otros países latinoamericanos, que compartan las oportunidades.

Más precisamente, la iniciativa consiste en la construcción de un marco de adaptación al cambio climático desde una lógica territorial con pertinencia local. Se ha concebido como una solución sistémica a un problema sistémico que afecta directamente a la población beneficiaria en las diferentes dimensiones identificadas en el proyecto: productividad, desarrollo turístico, gobernanza, pérdida de resiliencia en ecosistemas de montaña, e identidad y patrimonio cultural intangible.

La pertinencia se basa en la interconexión entre los enfoques teórico y empírico, con los objetivos de crear un modelo sistémico a partir del conocimiento y la perspectiva de las comunidades, al tiempo que se desarrollan actividades piloto que puedan encajar con las nuevas demandas turísticas y, por supuesto, se miden los resultados mediante indicadores específicos.  


– Como primera capa de este sistema territorial, el proyecto contempla el fortalecimiento de la actividad productiva, a través de la adopción de nuevas y mejores prácticas, como la producción de alimentos (forraje verde hidropónico) para los animales, con el fin de hacer frente a la pérdida de competitividad que ha enfrentado la actividad ganadera debido principalmente al acceso al agua y alimento para los animales, es decir, dada la restricción de agua en la región, una menor disponibilidad de alimento para los animales que trabajan los arrieros.


– Como segunda capa, una de las actividades que se verá fortalecida a través de la implementación de este proyecto es el turismo rural y de intereses especiales, el cual ha sido realizado por arrieros que utilizan caballos chilenos para explorar los paisajes cordilleranos. Esto llevó a diseñar e implementar actividades turísticas piloto de turismo rural , como actividad productiva complementaria para arrieros y ganaderos de la precordillera andina de la Región de O’Higgins, a través de la creación de una cadena de valor, el rescate de la oferta existente y la co-creación de nuevas experiencias turísticas. En efecto, si bien en las comunas se realizan cabalgatas, alojamiento, restaurante y diversos centros de eventos de manera informal como parte de la experiencia turística, existe una serie de recursos turísticos naturales y culturales que se encuentran subutilizados.

Esto explica la lógica de un enfoque empírico a través de la participación de los actores locales de diversa índole, en proyectos piloto orientados a co-diseñar una oferta turística que otorgue un valor agregado a la ya existente, así como al destino en general. tEntre ellos, se les capacita en cómo co-diseñar una experiencia de glamping, dirigida a turistas regionales. Además de las inversiones materiales, el proyecto cubre la formación y otros conceptos vinculados al emprendimiento. tTales proyectos piloto se organizan en asociación con SERNATUR (Servicio Nacional de Turismo de Chile), con el fin de acompañarlos hasta la comercialización de los productos.

Además de este resultado concreto, la construcción de esquemas para mejorar la oferta turística permitirá potenciar no sólo la actividad ecuestre de los arrieros, a través de la entrega de mejores conocimientos y capacidades, sino que también mejorará el desarrollo de mejores senderos interpretativos en el territorio, lo que a su vez, constituye una mayor vigilancia del uso del territorio y la posibilidad de un monitoreo activo del ecosistema cordillerano. Este tipo de iniciativas también permite entregar información de calidad al visitante, con base científica, como se ha demostrado en otros espacios naturales (por ejemplo, Parques Nacionales en la Patagonia).

Una vez instaladas y fortalecidas estas nuevas prácticas, se podrá comprender mejor, junto a los beneficiarios, que tanto la productividad de la actividad, la gobernanza y la relación con la naturaleza, permiten potenciar una actividad patrimonial, el rescate, resguardo y transferencia, dado que la práctica de la arriería y ganadería, como forma de vida, es una manifestación cultural, arraigada, que tiene siglos de vida y que debe ser abordada para que pueda ser mantenida, transferida y desarrollada. La realización de estas actividades en una lógica sistémica permitirá el trabajo participativo entre los diferentes actores, generando un marco de adaptación y productividad para contribuir a los objetivos de desarrollo regional.

Uno de los objetivos es potenciar la gobernanza con los beneficiarios y las instituciones directamente involucradas, para fortalecer el tejido social y ayudar a transmitir mejor el mensaje de que existe una amenaza directa para la supervivencia de la actividad, debido al cambio climático, y que es necesario implementar acciones específicas. Esto explica el desarrollo de estructuras de gobernanza a través del trabajo colectivo, el intercambio de conocimientos y la creación de redes entre pares y con las instituciones locales y regionales, con el objetivo de desarrollar gradualmente un ecosistema de montaña que beneficie a la biodiversidad de la región a pesar de los impactos adversos del cambio climático. Concretamente, la implementación de la iniciativa y las soluciones que busca establecer para el territorio, se basa en una lógica de diseño «top-down» y «bottom-up», de manera que los beneficiarios, arrieros y ganaderos de la región de O’Higgins participen en el diseño de muchas de las actividades que se llevarán a cabo, fortaleciendo los mecanismos asociativos que ya existen a nivel regional para este fin. En última instancia, la innovación también se basa en la transversalidad de dichas capas y en la dimensión híbrida del análisis: 
Dicha intervención sistémica se apoya en 5 pilares presentes en la actividad pastoril y ganadera de montaña en la Cordillera de los Andes, a saber: 

a) desarrollo productivo de la actividad ganadera, especialmente la producción de alimentos a pequeña escala; 
b) turismo a escala territorial, con la actividad arriera como principal activo; 
c) construcción de espacios de confianza y gobernanza entre los actores de la región; 
c) gestión adaptativa de los ecosistemas; rescate de la dimensión cultural y patrimonial de la actividad arriera en sus casi cinco siglos de evolución permanente.


Al considerar los logros del proyecto, en esta etapa, la iniciativa ha permitido generar una primera fase de sensibilización de las autoridades regionales y locales, lo que ha significado su participación como instituciones asociadas al proyecto. Además, ha permitido la participación de los arrieros y ganaderos, quienes han aportado mucha información a través de entrevistas de caracterización, ejercicios de mapeo participativo para rescatar la memoria colectiva de las tradiciones arrieras. Se han co-creado espacios para el rescate de las tradiciones y el patrimonio intangible, así como para la identificación de indicadores que permitan definir mecanismos de manejo adaptativo en el uso de los recursos de la cordillera. En efecto, el trabajo realizado con los arrieros ha considerado un enfoque transdisciplinario para la realización de talleres de co-creación en cada una de las dimensiones identificadas para la construcción de un marco de adaptación al cambio climático.

Las primeras actividades se organizaron en torno al mapeo participativo y la identificación por parte de las comunidades de aquellas áreas que han mostrado cambios significativos en la biodiversidad. Se ha trabajado en la co-construcción de información para la toma de decisiones sobre las actividades desarrolladas en cuanto al uso de los recursos (agua, ganado, etc.) y, a partir de ahí, apoyar la generación de algunos indicadores básicos sobre la presencia de determinados tipos de plantas, animales o insectos, la estación del año y la capacidad de carga animal de la cordillera.
En relación con las actividades turísticas, se ha llevado a cabo un proceso de identificación de actividades turísticas y de co-creación de una oferta turística que pueda ser explotada por las empresas turísticas de los arrieros. Con ello se pretende animar a los arrieros a compartir conocimientos, historias y prácticas que añadan valor a la actividad turística, así como organizar mejor el diseño logístico de los productos turísticos.
Los talleres de co-creación también han permitido discusiones para que los arrieros identifiquen aquellos aspectos culturales que les interesa mantener, las medidas de coordinación, cooperación y gobernanza que están dispuestos a emprender para rescatar la creación de una cadena de valor, el rescate de la oferta existente y la co-creación de nuevas experiencias turísticas.